Creo que fue en algún libro de Piglia donde leí la historia de Lucía Joyce, la hija psicótica de James Joyce. Su padre le llevó los escritos de su hija a Carl Jung, que había publicado un largo ensayo sobre Ulysses y conocía bien su imaginación lingüística y novelesca. El monstruo indomable de la novela del siglo XX andaba por entonces metido en la redacción de Finnegans Wake , una novela psicótica que nadie ha leído, demasiado parecida a los textos de su hija. El diagnóstico de Jung sobre Lucía se ha convertido en una frase célebre, un tópico de las transmisiones a las que pueden llegar las peligrosas relaciones entre padres e hijos: “Allí donde usted nada, ella se ahoga”. Lucía Joyce es uno de los personajes, uno de los ídolos de la alta cultura, que aparece en esta novela pedagógica y demente de Rubén Martín Giráldez. También es una calcomanía de agua, pero eso será algo que descubra quien tenga el libro en sus manos (una edición artística y muy c