“He soñado con una carretera de agua que ascendía en el aire como un inmenso adn helicoidal. Hacía viento y el agua estaba rizada. Era tan estrecha como puede serlo la más estrecha de las carreteras rurales, por supuesto un solo sentido, sin espacio para maniobrar. Esto me agobiaba un poco y me obligaba a una conducción muy atenta. Tenía el vacío a la derecha y a la izquierda. Los neumáticos del coche se deslizaban por una alfombra de agua ligeramente rizada. Iba sola y el cielo era muy azul. Poco a poco ha ido desapareciendo todo lo que no era asfalto de agua y mi coche: los edificios, los quitamiedos, los árboles. Yo, el coche, la carretera de agua y el vacío azul. Cuando han empezado a formarse olas he cerrado los ojos, he apartado las manos del volante y he cambiado de sueño.” Frag mento de Agues pejo granadino (1955) de José Val del Omar, al cante Camarón de la Isla , "Si acaso muero". “Desenvuelvo y vuelvo a envolver