La conversación con el
cardiólogo fue muy reveladora. En ningún momento tomó en serio mis
preocupaciones. Yo le hablaba de golpes, vuelcos y estallidos pectorales, le
describía con detalle cómo en mi pecho ocurrían cosas, episodios que se
parecían a la vida de las estrellas o al ballet de los fuegos artificiales. Al
principio pensé que aquel hombre me seguía, pensé que era sensible a mis
descripciones poéticas del preinfarto. Pero de pronto detecté en su boca un
rictus de cansancio fronterizo con el desprecio. «¿Quieres oír lo que tengo que
decirte?» Me tuteaba y me resultaba doblemente ofensivo, de repente mi interior
reivindicaba el respeto hacia mi edad; un interior que se veía
traicionado seguramente por mi exterior, sobre todo por mis zapatos: demasiado
juveniles. Estuve a punto de hablarle de mi hijo, de que practicaba capoeira y
que el año que viene iría ya al instituto. No sé, joder, el tipo me había
calado y yo me había dado cuenta. «¿Qué tiene que decirme?», dije, intentando
restaurar el usted a la vez que la sensatez. «Pues eso, que si te digo o no que
dejes de fumar». Me relajé y en un alarde de concreción y responsabilidad le
pregunté si en mi caso, el de alguien que sentía estrellas nacer y morir en su
pecho, fumar era un claro factor de riesgo. El cardiólogo me respondió algo
sorprendente: «Dejar de fumar es como empezar a escribir para el que quiere ser
escritor: te levantas una mañana y escribes. Pues lo mismo: te levantas una
mañana y no fumas más». Lo miré a un botón de la camisa y pensé en la futilidad
de toda filosofía.
Nobuyoshi Araki, Feast of Angels: Sex Scenes , 1992 La imaginación vegetal. Una novela en tres tiempos de Han Kang* La vegetariana es una novela de la escritora coreana Han Kang. Publicada en 2007, está teniendo una segunda vida internacional con sus traducciones al inglés —obtuvo el premio Man Booker International en 2016— francés, español, italiano o alemán. La protagonista de la novela, Yeong-hye, decide un día dejar de comer carne. Dado que esa decisión va acompañada de otros cambios en la vida cotidiana de la joven, como dejar de cocinar para su marido, evitar el sexo («El olor de la carne. Tu cuerpo apesta a carne», le responde a su marido cuando lo rechaza) hablar lo menos posible, dormir apenas o desnudarse buscando el sol, la sit...